Lumbalgia y Sacroilitis
Estoy tomando un diplomado de una técnica de rehabilitación para especialistas, que cuenta con reconocimiento a nivel mundial y nació en Francia, se llama “Cadenas Musculares”. Estoy encantada aprendiendo mucho y como siempre, abasteciéndome, actualizándome y enriqueciendo la metodología y’u (la que creé para curar a mi hija de una escoliosis: S en la columna y que ahora, ha liberado de dolor y curado a miles de personas por todo el mundo).
Ahí conocí a María Fernanda Inclán quien es fisioterapeuta; empezamos a juntarnos para estudiar y me decía que al acostarse le dolía mucho su espalda baja, se le dormían y picoteaban los dedos de las manos y siempre estaba con síntomas de dolor, e incluso con todos los conocimientos, maniobras y ejercicios que ella conoce, no lograba quitarse el dolor.
A partir de que María Fernanda me dijo que le dolía todo, empecé a enseñarle el método y’u, ella es mi colega, amiga, alumna, maestra y ahora paciente, y con apenas cinco sesiones tiene un diagnóstico de lumbalgia (inflamación en la zona lumbar, la parte baja de la columna) y sacroilitis (inflamación entre el sacro y la iliaca, huesos que se encuentran en la cadera).
En la foto comparativa del antes y el después puede notarse la diferencia; hay dos líneas verticales, una representa cómo cae la gravedad sobre nosotros y la otra —entre la oreja el hombro, las caderas y los pies— deberían estar exactamente en la misma vertical de gravedad, respetando las cuatro curvas naturales de nuestras vértebras. Puede verse la gran diferencia en un cálculo aproximado, ya que sus lumbares cargan 28 kilos menos en el área lumbar por cada segundo que está la vertical al suelo. La sacroilitis estaba provocada porque tenía rotadas las caderas.
Lo primero que le empezamos a enseñar a nuestros pacientes es cómo modificar la información que su cerebro tiene almacenada y le damos nueva para que encuentre, de una manera muy sencilla y específica, cómo repartir las cargas de manera homogénea y en los ángulos precisos. Cambiamos la información neurológica a través de juegos, observación, mucha consciencia y experiencias satisfactorias: la manera de pararnos, sentarnos, acostarnos, caminar, correr, saltar y hacer cualquier cosa que se les ocurra.
A Marifer ya no se le duermen las manos ni siente piquetes, su postura le ayuda a verse y sentirse mucho mejor y ya no siente nada de dolor, además ya está haciendo ejercicio y decidió nadar, lo que siempre le ha encantado. ¿Por qué logramos esto? Porque reprogramamos el cuerpo, ya que sabemos perfectamente cómo funciona, lo aprovechamos y potencializamos. Durante la última sesión, ella estaba muy emocionada de poder nadar y trabajar no solamente sin dolor, sino porque también le enseñamos cómo tener una mejor calidad de vida: elegir cómo sentirse, verse y usar su cuerpo, mente, emociones y sentimientos como ella quiera. Ahora ella ya aplica y’u en sus terapias y le ha resultado increíble con sus pacientes.
En y’u enseñamos biomecánica y por ello si ustedes son como Fer y les encanta nadar, les quiero compartir algunos tips para que mejoren su técnica y no se lastimen el cuello (cervicales) ni los hombros al hacerlo. Les voy a compartir algo de técnica por si alguien siente dolor en la espalda y quiere saber exactamente qué hacer al nadar, para no solamente quitarse el dolor, sino también divertirse y disfrutarlo, mientras se fortalecen:
1) Al nadar de crol, cuando un brazo esté extendiendo hacia enfrente, el otro sale del agua.
2) Al extender ambos brazos uno hacia delante y el otro para sacarlo dela alberca; roten un poco ambos hombros hacia dentro y esto obligara a su cuerpo a rotar como pollos rostizados y con el músculo dorsal (se encuentra entre su espalda y laterales).
3) Para avanzar más, el brazo de enfrente no baja hasta que el de atrás salga del agua.
4) Imaginen que en cada pie tienen una cola de ballena y como ellas lo hacen, den un latigazo al patalear.
5) Tomen la forma de un delfín o busquen videos de Phelps en YouTube, verán cómo se convierten.
6) Perciban el agua a través de su piel, acaríciense con esta.
7) Concéntrense en el sonido de su brazada y patada.
¡Disfrútenlo! Y también les ayudará a sentirse mejor. Para los que no les gusta nadar, el método y’u les enseña cómo hacer lo que deseen con una buena biomecánica y esto es lo que los curará de raíz: sus hábitos y costumbres son las que realmente les darán bienestar y calidad de vida.