Sistema Central Autónomo
Cuando llegan mis pacientes al consultorio, siempre les digo que el cuerpo se acostumbra rápidamente a lo bueno. ¿Has viajado en primera clase?, si lo has hecho, me dirás que una vez que supiste lo bien que se vuela en ésta, quieres repetirlo. Lo mismo pasa en la vida diaria, si tú te regalas cosas que en verdad le caigan bien a tu cuerpo, éste tenderá a hacerlo de nuevo, es por ello que defiendo tanto que si vamos a curar o rehabilitar a alguien, no solo vamos a evitarle el dolor, sino que haremos el proceso lo más gozoso posible, para que su sistema nervioso lo pida nuevamente; ¡exacto!, como viajar en primera clase.
Otro ejemplo clarísimo está en los experimentos que hacía el fisiólogo ruso Iván Pávlov sobre condicionamiento; le ponía un chaleco con toques a un perrito y cada “X” tiempo le daba un toque, y a otro cada “X” tiempo —al prenderse un foquito— le daba una galleta o snack que lo hacía mover la cola y verse muy feliz.
El perrito que recibía los toques, aprendió muy rápido a obedecer, por miedo y la mala experiencia, el de la galleta se tardó un poco más en aprender, sin embargo, en la vida diaria, el can que recibía los toques permanecía quietecito cuando le aventaban una pelota para jugar, y todo el tiempo se le veía temeroso, asustado y no iba por la pelota; ya no jugaba. Sin embargo, el perrito que recibía la galleta jugueteaba feliz y contento; disfrutaba de la vida.
No sé en qué momento los seres humanos entendieron que hacer las cosas con dolor era mejor que con gozo. Hoy por hoy todo nos enseñan a que nos duela:
“Para curarte tiene que doler”.
“Si no duele, no sirve” (“No pain, no gain”).
“El que sufre es el que sale adelante”.
“Si quieres triunfar, hay que sufrir”.
Estoy totalmente en contra de esta forma de pensar y nuestro sistema nervioso también, ya que reacciona rápidamente a un estímulo de dolor, pero también nos reduce de concentrarnos en las cosas más importantes, como pasaba con los perritos de Pávlov.
¿Qué tal si te digo que el dolor depende de ti? ¿Que si conocieras mejor a tu cuerpo, cada segundo de tu vida podrías elegir sentir gozo?
Existen dolores que debido al padecimiento, son muy difíciles de erradicar, sin embargo, hay muchas maneras de hacerlo y para ello, hay que conocer de biomecánica, de cómo aprende tu cuerpo y cómo lo registra para saber qué estás haciendo físicamente que afecta esa zona de dolor; de tus emociones y sentimientos; de los químicos que se generan a través no solo de tus acciones, sino también de lo que comes, sientes y piensas. Todo influye en el proceso de dolor.
Algunas personas dicen: “No creo que lo que me pasa tenga que ver con que me duela la ciática (dolor muy característico que nace del glúteo medio, hacia la pierna y hasta el pie). Es totalmente cierto que un sentimiento no te hace padecer de ciática, sin embargo, es un hecho que si tienes ciática y estás con los nervios de punta y el estrés a todo lo que da, aumentará el dolor, y que si te acabas de ganar la lotería o te han dado una noticia muy buena, probablemente el dolor se mejore o baje.
Esto sucede justo por los químicos que produce esa emoción o sentimiento. Para curar el dolor o un padecimiento, hay que ver de raíz de dónde nace y después le damos la biomecánica adecuada; hacemos que el proceso no solamente no sea doloroso, sino que sea gozoso. Desde la primera sesión te enseñamos a decirle “no al dolor” no solamente en lo físico, sino también en lo emocional y en lo mental, y parte muy importante, en lo químico.
Te invito a que desde hoy elijas no sufrir, decirle no al dolor y sí al gozo. Depende de ti, todo lo que buscas lo tienes ahí, si en tu cuerpo está la respuesta de lo que sea que busques y si no sabes cómo, escríbenos o llámanos. Pregúntate ¿qué necesitas ahora mismo?, y haz acciones que te abastezcan para cumplirlo y hazlo de manera gozosa. </p>
Bienvenido al mundo de y’u donde viajamos en primera clase, cada segundo de nuestras vidas.