Ocho de cada 10 tienen dolor de espalda
La estadística dice que ocho de cada 10 personas sufren de dolor de espalda, y cuando me encuentro con este tipo de datos me cuesta trabajo creer que quienes tienen de 18 a 35 años se encuentran así, algunos creen que se debe a que la gente no sabe cómo tener una buena postura y lo peor de todo es que he visto y escuchado a muchos expertos corrigiendo pidiéndoles que lleven los hombros hacia atrás y la cabeza para arriba, lo que significa una lesión segura para siempre.
Este es el caso de Octavio, un paciente que llegó a Y’u Center sin poderse mover literalmente, a sus 24 años, dice que empezó con un dolor muy fuerte entre las escápulas (los omóplatos, mejor conocidos como alitas de pollo, en la parte alta de la espalda), por lo que fue con un experto y le dijo que estirara el cuello y echara los hombros para atrás, esto lo llevó a una rectificación y a un dolor de espalda baja, una radiculopatía (se irradia el dolor hacia las manos y brazos con un nivel de 11 en una escala del 0 al 10).
Necesito decirles los motivos reales de estos dolores:
1) Posturas prolongadas casi estáticas.
2) Malas creencias sobre “buena postura”.
3) Uso de teléfono celular.
4) Uso de computadora.
5) Poca movilidad.
Estoy segura que muchas personas lo viven casi todos los días, sin embargo, no necesitas ponerte en una caminadora mientras estás trabajando, como lo vemos en muchos videos de Facebook, ya que en realidad no es viable, lo que sí hay que hacer es simplemente saber cómo no estar estáticos, aunque tus posturas sean muy parecidas.
Hay que saber mirar y en realidad observar cualquier esqueleto, si te fijas muy bien en la columna que viene desde donde acaba el cráneo hasta terminar en el cóccix, todo ese recorrido tiene cuatro curvas, a dos de ellas les llamamos lórdicas (la de la nuca y la de la espalda casi al límite de los glúteos, y cifósica la del torso y sacro, cinco huesos fusionados en forma de concha), si te exploras justo en la espalda baja, las puedes sentir, estas curvas son las que deben de ser respetadas, si alargas tu cuello y llevas para atrás los hombros te empezará a doler mucho justo donde describí el dolor de Octavio.
Una forma fácil de librarte por completo de los cinco puntos mencionados es a través de hacer una analogía con una casa, en la que necesitamos cimientos, trabes, paredes, techo y suelo.
Necesito que cada hora respires de manera fluida; si te sabes alguna melodía que no frene y no tiene beats (ritmo de la música) intenta imitarla con tu respiración, o sea de manera continua, esto provocará que tu cuerpo logre tener una buena circulación y no necesitas pararte del asiento. Aunque no lo percibas, activarás mucha masa muscular y además te sentirás relajado y con mayor posibilidad de concentración.
Luego al sentarte busca tus cimientos, estos son los dos huesitos que puedes encontrar si te sientas sobre tus manos, e imagina que haces una colita de perrito asustado y luego una de pato, luego quédate justo en medio y vas a sentir claramente en tus manos a estos, intenta que vayan directo hacia el centro de la tierra.
Cada hora más o menos levanta una cadera y luego la otra y camina con éstas hacia atrás y hacia delante, dale chance a tu cuerpo a que parezca como las calacas: con esas cuatro curvas naturales y neutras. En resumen: respira y tendrás buenas trabes (como en una casa) siempre busca cimientos, luego techo con tu cabeza, pero sin perder las curvas de tu columna, de esa manera sentirás que tus trabes están en la cadera y justo debajo de las escápulas.
Así de sencillo Octavio está muy bien, ya no siente hormigueo o toques en sus manos, y ya puede volver a usar su computadora y celular, y respecto a esto, deben evitar llevar la cabeza hacia delante y abajo, pero no provoques alargar el cuello, simplemente imagina que tienen tres bloques: uno es la cabeza, otro de la cintura para arriba y de la cintura hacia abajo. Coloca uno sobre el otro, como si se tratara de legos, y si se te adormecen las manos o pies, ve a visitarnos porque podemos ayudarte.