¿Habitas en tu cuerpo?
Normalmente hablo de casos que llegan a Y’u center para curarse de enfermedades, dolores, o de aquellos que después de años, nadie ha podido dar con un remedio real, pero hoy, luego de una semana de vacaciones, que casi no di terapia, y digo casi porque siempre termino haciéndolo esté donde esté (con mucho placer debo hacer hincapié), hoy me gustaría preguntarte: ¿Tu cuerpo es una casa que verdaderamente habitas o de la que solamente tienes llaves, y muy de vez en cuando la visitas?, dejándola sola y abandonada.
Cuando escucho a las personas hablar sobre el cuerpo, tengo la sensación que lo hacen como si estuviera compuesto por partes, pero en realidad se trata de un sistema integral completamente conectado, nunca se desconecta y si algo te está pasando en los pies, puede tener que ver con tu cabeza, y viceversa.
Si en este momento estás pensando: “¿De qué me habla Sofía?” Te explico, si te duelen los pies, lo más probable es que el problema no esté ahí, ya que puede deberse a mil causas, por ejemplo, que tu cabeza esté muy adelantada y ésta pesa entre cinco y siete kilos, y tus pies terminan soportando ese peso.
En otro ejemplo, hablemos de estreñimiento; la mayoría de personas que lo padecen buscan la respuesta en lo que están comiendo, si les falta o sobra la fibra, sin embargo, tiene que ver con muchas más cosas, que van desde la postura que usas —que no permite trabajar a tus intestinos como deben—, hasta las horas prolongadas de estrés, las emociones o qué tanta circulación tienes.
Esto no significa que cuando estés enfermo no vayas a ver al especialista, ha estudiado muchos años y literalmente, se ha quemado las pestañas siendo experto en lo que hace, sin embargo, me gustaría darte más soluciones y que además de prevenir cuestiones que pueden llegar en el futuro, aproveches y disfrutes más de tu vida, día con día.
Para realmente habitar tu cuerpo, debes saber que no lo harás sólo a través de tu mente, como muchas personas piensan, primero hay que hacerlo considerando que eres un todo. En matemáticas, lo llamamos teoría de la complejidad y esto es como los metalenguajes, como cuando estás leyendo un libro y de repente el autor te atrapa y empieza a cambiar.
Pero ¿cómo contactarte con tu cuerpo? Lo primero que debes hacer es visualizarte como una unidad, sé que suena raro porque es más fácil verte por piezas: cabeza, tronco, caderas, pies, mente, razón, inteligencia, emociones, etcétera, pero en realidad todos estos elementos son tu cuerpo, el cual se relaciona con lo que está pasando afuera y también dentro, y una buena forma de empezar a habitarte es a través de la observación.
Cuesta menos trabajo si simplemente te acuestas en el lugar más cómodo posible, coloca una almohada en forma vertical y otra en forma horizontal, en la app de Y’u bubble (para descargar en smartphone), lo puedes ver en el clip titulado “Insomnio”. Acuéstate boca arriba y observa, sin modificar nada, cómo entra y sale el aire de tu cuerpo cada vez que inhalas y exhalas, analiza si se infla tu pancita o tu pecho, cómo hace el aire para entrar y por qué, cómo para salir, y repito, sólo observa.
Si no detectas mucho, coloca tus manos para poderte sensibilizar mejor y observa otra vez, cuando digo observa no tiene que ser con tus ojos, puede ser con cualquiera de tus sentidos, concéntrate para que al menos por cinco minutos, logres no desprender tu atención. Al levantarte sentirás que te di las llaves de tu casa —tu cuerpo— y comenzarás a habitarlo: bienvenido a tu hogar, el mejor lugar para encontrar justo lo que necesitas.