Telepatía
Hoy en la mañana me llegó un mensaje por Whatsapp preguntándome si existía la telepatía, y si yo sabía algo al respecto. Sé que hay un fondo de 20 millones de dólares para quien pueda comprobar que es verdadera, pero dicho fondo sigue sin cobrarse. Realmente es ciencia ficción, ya que hasta ahora nadie ha podido comprobarlo y los que lo han intentado, lo hicieron a través de un fraude o mentiras. Sé que a todos nos fascinaría que fuera cierto, además sería interesante podernos comunicar de esa manera.
Lo que sí es completamente cierto es que la intuición, la vista, el tacto, el oído, el gusto, el olfato, el equilibrio, además de la propiocepción (capacidad de entender en donde están situadas las cosas en el espacio que te rodea) y la interiocepción (que es la que te avisa si hay algo mal en tus órganos), son sensores neurológicos que traemos incluidos, y que no tienen nada que ver con la telepatía, pero sí con una percepción que se desarrolla y con la que puedes comunicarte mejor con la persona que tienes enfrente.
Y se van a preguntar si yo me dedico a quitar dolor y a encontrar desde la raíz la causal de este, ¿qué tiene que ver con lo que hago? Últimamente, como ya lo he contado varias veces, he estudiado más al SNC (Sistema Nervioso Central) y no puedo decirte más que, cada día, me maravilla lo que nuestro cuerpo es capaz de hacer. Es impresionante cómo puede regenerar tejido solo para darle una zona de descanso; cómo puedes percibir a la persona que tienes junto o a ti, y por ello me pregunto si verdaderamente te ves al espejo con todos estos sentidos; la vida nos va llevando a dejarnos de observar y ni siquiera enterarnos que el cuerpo pide a gritos ¡necesito descansar!, o ¡mira esa belleza de persona que tienes enfrente!, y ni siquiera puedes intuir qué le pasa, porque no lo estás mirando con todos tus sentidos o sensores.
Según algunos autores, tenemos 11 sentidos, otros dicen que 10; un tesoro regalado, porque ahí están contenidos en tu cuerpo, estos dan información al cerebro y este mismo regresa la información en forma de estímulo, para que te cuides y sobrevivas. Estamos diseñados para ello en cualquier momento, pero que tal si con tu raciocinio eres capaz de aprovechar más tus capacidades, y al saber que existen más sentidos, empiezas a jugar con ellos y los desarrollas.
Si lo haces, te prometo que esto te arrojará bienestar, conocerás qué le pasa a tus seres queridos y qué necesitan.
Aunque no puedas practicar la telepatía, ¿para qué necesitas desarrollar el nivel sensorial que ahora tienes? Para tener bien-estar o estar-bien, o ambas, que no son lo mismo, aunque suenan igual. Una de las cosas que más aprecia el ser humano y lo que más felices nos hace, es sentirnos amados y aceptados; todo ser humano lo busca porque somos sociables, y a lo largo de la vida terminamos entendiendo que lo que más importa son nuestros seres queridos.
¿Qué tal si te digo que tienes superpoderes? Si a través de esas 10 u 11 formas de darle información a tu cerebro puedes ser más intuitivo; saber si la persona más querida está pasando por algo; si tu hijo no se siente bien; saber si estás incómodo, estresado o algún órgano no está funcionando correctamente, además de otras muchas cuestiones, tienes poderes y no son mágicos, están ahí para que sobrevivas; la ventaja es que tú puedes elegir cómo sobrevivir todos los días, además sabrás cómo tomar y percibir cada instante vivido, y eso que concibes pasará a ser tu realidad; la que te hace, te forma y le dice a los demás quién eres, hecho por hecho.
Tú, sí Y’u (“you” en inglés significa tú, y “raíz” en otomí) te enseña cómo utilizar tu cuerpo como la mejor de las tecnologías. Si “Y’u” eres capaz de saber qué te está pasando en este preciso momento y qué le pasa a la persona que más quieres, solo por observar, no únicamanete con tus ojos, sino con todos y cada uno de tus sentidos. El problema radica en que la mayoría de personas buscarán solucionarlo de la manera lineal en que han sido enseñados:Me duele la cabeza, me tomo la pastilla. Me duele el pie, me pongo pomada. Me rompieron el corazón en un desamor, me voy de pachanga.
Casi nadie le da a su cuerpo lo que verdaderamente necesita, ni busca el origen o raíz; es decir, si me duele la cabeza, ¿no debería preguntarme qué causa este dolor de cabeza? O el pie, e incluso el corazón por un desamor. La solución muchas veces está justo ahí y ni siquiera la volteamos a ver porque implica un cambio de hábitos o de vida. Te invito a poner más atención a todos tus sentidos esta semana, y ojalá me puedas compartir tu historia al 442 2580 597, o en redes sociales; si no sabes cómo resolverlo, en Y’u te decimos cómo. Solo abre ese canal de observación y llega a una solución que resuelva el problema desde la raíz. ¡Lindo día, desde Y’u!