Cirugías que agravan el problema
Hoy quiero platicarles sobre el caso de Miguel, a quien le dolía mucho la espalda. Me lo encontré en un restaurante y me enseñó sus RM (pruebas de resonancia magnética), le sugerí que no se sometiera a una cirugía, debido a que su hernia discal era provocada por una oblicuidad pélvica, que es cuando una cadera está rotada por debajo que la otra, y esto a su vez se debe a una mala postura intrauterina desde el feto; consiste en la aparición inicial de una contractura y acortamiento del músculo glúteo medio, que origina un descenso de la cadera de un lado y ascenso en la otra mitad de la pelvis.
Cuando sucede esto, pero nunca es detectado, el cuerpo va compensando y muchas veces trae como consecuencia una carga muy fuerte en el área lumbar, incluso hasta originar una hernia. Al operar, fijan la parte baja de la espalda y las caderas, junto con todos los tejidos blandos, lo que continúa tensando y probablemente, de una manera menos balanceada de lo que ya estaba en un inicio.
Mike —como le digo a mi paciente— decidió operarse porque ya tenía todo organizado para hacerlo, y quería librarse de un dolor insoportable que había sufrido por casi dos años. Hace dos semanas, vino al centro Y’u, después de literalmente haber padecido un año de infierno, ya que tuvo tres cirugías, terapia cuatro veces a la semana y dolores de grito por las noches, sin hallar solución alguna; cada día vivía más inmovilizado y con más dolor.
La semana pasada, le escribí para preguntarle cómo había pasado la noche después de la terapia Y’u, y contestó que había sido la primera vez que dormía bien y sin dolor, que había despertado con una sonrisa de oreja a oreja. Todavía tenemos un largo recorrido para ayudar a Mike, ya que la causa real de sus dolores son las caderas, pelvis, etc, y todo lo que éstas se han llevado en el camino.
Quiero recalcar la importancia de la decisión de una cirugía, sé que es muy difícil porque cuando estás en el grito del dolor, crees que esa es la solución y a veces si no se detecta la verdadera causa del problema, los dolores no pararán e incluso se pueden agravar.
En Y’u hemos estado preparando el diplomado de nuestra metodología, que durará un año completo, donde compartiremos información clínica de más de 20 años. Lo planificamos para doctores, fisioterapeutas y especialistas en el área de salud, quienes aprenderán a sanar a las personas con una herramienta más de fondo que incluye la homeostasis, es decir los aspectos emocional, físico y mental al mismo tiempo.
Así mismo se estudiará el aspecto de la neuroingeniería como la solución del problema de salud, a través de un conocimiento profundo del cuerpo humano, de manera verdaderamente integral y visto desde ángulos que normalmente no se toman en cuenta. Sin embargo, por casos como el que Mike ha vivido, decidimos dirigirlo a cualquier persona; incluye seis módulos impartidos cada dos meses para conocerte a fondo y mejorar en todos los aspectos.
También es útil si como a mí me pasó, tienen un hijo o hija con un padecimiento y no cuentan con una solución real, o bien, si sufres algún dolor crónico y no has podido salir de éste; si eres atleta de alto rendimiento: corres carreras, haces ironman, triatlones o te dedicas de manera profesional a algún deporte y vives con lesiones y traumas, e incluso si tienes un problema emocional fuerte, este diplomado del método Y’u definitivamente es para ti.
El cuerpo humano es la máquina más perfecta que conozco, todos los días sin excepción, sigo estudiando y teniendo la facilidad de que ahora puedo comunicarme con autores para encontrarme con ideas y llegar a una solución, desde un análisis profundo y científico más abundante, en donde se alcance un autoconocimiento de tal manera que podamos prevenir o auto curar la mayoría de las cuestiones que nos suceden. Si quieres conocer a profundidad cómo funcionas y cómo lograr la mejor calidad de vida, para verte, sentirte y estar justo como siempre has querido, no te lo puedes perder.