Intuición de mamá, la mejor curación
A fuerza ni el zapato entra; si no hay movimiento en una articulación y a través de métodos tradicionales intentan recuperar un movimiento que por distintos motivos ha ido fomentando poca movilidad, en la mayoría de los casos además de ser doloroso, no se logra mucho cambio al respecto.
Antes de seguir quiero compartirles que, en mi experiencia, lo mejor que me ha pasado en la vida es ser mamá de dos seres increíbles, que no tengo palabras para agradecer su existencia, y me llenan de alegría y felicidad cada segundo de la vida; y quiero aprovechar para felicitar, por la semana pasada, a todas las mamás del mundo entero. Se merecen un y’u huuu huuuuuuuuui y un hip hip y’uhuuuuuuurraaa.
Hoy voy a hablarle a las mamás de casos como el que me llegó esta semana, cuando les pasan cosas a nuestros hijos que no están en nuestras manos y no tenemos cómo solucionarlo más que como nos dice un experto, que además tenemos que seguir sus recomendaciones, de eso no cabe duda, pero ¿por qué no utilizar nuestra intuición de mamás?
Otra vez le cambiaré de nombre a la paciente por cuestiones de privacidad; desde que la vi cruzar la puerta del consultorio caminaba cojeando y estabilizaba a través de rotar sus caderitas, el pie izquierdo siempre en puntita; Fabiola de apenas 10 añitos, de nacimiento tiene una gran diferencia entre un peroné y otro (tenemos dos huesos entre la rodilla y el tobillo; el externo), hoy a su edad su cuerpo ha compensado para poder movilizarse y esta diferencia con los años ha hecho que compense con caderas, tenga rigidez y no pueda hacer dorsiflexión (doblar el tobillo) en la pierna corta: tenga rigidez en la espalda baja del lado derecho que es la que más la carga y por supuesto tenga dolor incluso sin ella darse cuenta, debido a que toda su vida lo ha tenido y es común que no distingan que lo tienen porque es normal para casos como estos.
Si a tu niña o niño le pasa que tiene mucha diferencia entre los huesos de las piernas, no dudes en comunicarte con nosotros @metodoyu, para que te digamos cómo darle una solución, pero hoy quiero decirte que, si sigues tu intuición vas a ayudar mucho a tu hijo o hija, son niños que si los observas hasta acostaditos no se quedan quietos porque les duele, aunque no se quejen, si les das un masaje con fuerza no les gustará porque estarás provocando más dolor, pero observa dónde tiene más duro o donde se soba o recarga una mano, y ahí acaricia, simplemente sigue un proceder en donde con mucho amor lo apapaches, debes de apapachar mucho los pies, y espalda, los huesos están controlados y tomados por tejido blando, si tú acaricias (literalmente caricias) esas sesiones donde se siente y ve más tenso, en el momento de soportar las cargas lo hará de una mejor manera. Y en lugar de sentir dolor cuando se mueve, va a empezar a sentir rico y eso lo llevará a poder quedarse sentado a alejarse del dolor.
Si son pequeños, con la esponja en la regadera de la manera más sutil, con mucho amor y en forma de caricia, pásala muchas veces suavecito por esas zonas de rigidez, cómprale pelotitas suaves de muchas formas y colores diferentes y que con sus pies juegue y se acaricie. Todo esto mejorará su condición. Fabiola salió sin cojear ni compensar con las caderas la diferencia entre sus huesos porque se relajaron las partes con mayor rigidez, y lo mejor con una sonrisa de oreja a oreja al sentirse liberada, voy a subir fotos y videos para que los veas en Facebook, y notes la diferencia del antes y después: desde hoy no importa cuál sea el problema que tienen tus hijos a nivel estructural, físico, mental, emocional; si sigues tu instinto de mamá seguro estarán mejor todos en la familia. ¡Feliz día de las madres!