La capacidad de la transformación a través de la visualización
A lo largo de las últimas semanas les he hablado sobre los principios de mi metodología Y’u y hoy llegamos al número 10, y este se trata de la unión de todos los que les he descrito en las nueve columnas anteriores. Para los que no las han podido leer, pueden buscarme en EL UNIVERSAL Querétaro, en la sección de Opinión, columnistas, para que puedan profundizar más.
He entendido que en la vida somos responsables al 100% de cómo vivimos y percibimos lo que nos pasa, no por una mentalidad optimista o pesimista; no creo en ello, ya que si nuestro cerebro no cree en nuestras palabras, no tenemos la posibilidad de transformarnos, pero si todo nuestro ser, de manera integral lo siente, ve, escucha, palpa, huele y percibe, entonces sí se convierte en una realidad.
Todos y cada uno de nosotros hemos pasado por situaciones fáciles, difíciles y muy difíciles, pero el cómo vives, captas y administras la información de ese suceso, es lo que realmente tu cuerpo va a tomar de esa experiencia y entonces se convertirá en lo que hoy eres tú.
Naces solo con una parte de tu cerebro y este se va formando y conformando día con día a través de tus experiencias. Es cuando neurológicamente empiezan a formarse millones de diferentes formas de conectarse, según cada uno de esos hechos, y estoy hablando de los emocionales, psicomotores, gestuales, fisiológicos o cualquiera a lo que se refiera el aprendizaje y para que sea a largo plazo, debe de ser repetido y consciente, y así tu cuerpo lo hará de manera natural.
Este aprendizaje del que hablo puede ser reutilizado a tu favor, a través de la visualización, y para que tú puedas poner una imagen o un escenario en tu mente, requieres haber tenido una referencia o una experiencia sobre ello, o al menos de manera inconsciente y/o consciente, parámetros vivenciales que te lleven a eso.
Existen muchísimas teorías y prácticas científicas, basadas en la medicina y avaladas por las instituciones más renombradas, que nos indican que visualizar nos lleva a una realidad. Por ejemplo, sabemos de ciencia cierta que la meditación lleva al cuerpo a un estado de salud mejor, y hacer una visualización es una meditación.
Nekodah es el nombre del personaje que en mi metodología (Y’u) te enseña a visualizar y meditar para convertirte en quien tú quieras ser; para transformarte a estar, sentir y verte exactamente como siempre has querido. Probablemente en este momento estés pensando: “Sí claro, si pudiera hacer eso, todo el mundo estaría justo como quiere”. Y la mayoría de las personas piensan así e incluso existen cursos muy costosos que dan cierta metodología para llegar a esto. A algunos les es funcional y verdaderamente logran sus objetivos, mientras que para otros, no tanto.
Hoy te invito a que lo hagas de manera lúdica —como si fuera un juego—. Todas las noches, ten una visualización de algo que verdaderamente deseas, formula un panorama, formas, estructuras y hasta un medio ambiente. Necesitas unos cuantos ingredientes: comienza con la respiración, sé consciente de qué hace; fluye la idea y no dejes que se detenga, respira continuo y fluido.
Ponte un caparazón como de un armadillo, acuéstate en posición fetal y tápate con una sabanita para aislarte, formula las imágenes con precisión y perfecciona todos los días a través de la experiencia (tu visualización cada vez tiene más detalles). Después aprende de esa experiencia con todos tus sentidos: huele, gusta, siente, escucha, mira, percibe y equilibra cada imagen en tu mente. Ahora balancea tu vida con eso que visualizaste y empieza a hacerla una realidad.