Cómo mantenerse joven
Estoy a días de cumplir 51 años, el tiempo pasa y cuanto más sucede, más entiendo que no hay límites en el cuerpo humano y la comprensión que tenemos sobre este es pequeño, aunque seamos expertos en el tema, creo firmemente que cuanto más estudio, más reconozco que tenemos un poder que casi nadie aprovecha o siquiera sabe que existe.
Todos los días me dedico —literalmente— a eliminar el dolor de la vida de las personas; cuando llega gente al consultorio que ha padecido dolor por años, resignada a seguir teniéndolo y que en una o dos sesiones no solamente mejora, sino que además aprenden cómo erradicarlo de sus vidas, es cuando entiendo que en las escuelas tradicionales de medicina y rehabilitación, nos enseñan a quitar los síntomas y no a ir a la raíz del ¿por qué o qué causa ese dolor? He escrito sobre eso anteriormente, pero hoy quiero platicarte algo distinto, se trata de cómo entender que la edad es importante, pero no para envejecer, sino para disfrutar de cada momento vivido.
Se han escrito libros, historias y leyendas sobre cómo no envejecer, incluso se experimenta día con día y se gastan millones de dólares para llegar a cómo prolongar la vida, y se ha logrado, ya que el promedio de vida de un ser humano sin medicina es de 25 años y el promedio de edad actualmente es de 82 años, pero ¿cómo lograr una buena calidad de vida a pesar de la edad? ¿Cómo vivir dignamente sin dependencias? Aquí es donde el conocimiento del cuerpo, aunque sea remoto nos ayudará a lograrlo.
Esto es útil en cualquier edad, pero si estás cerca de mi edad o eres mayor entenderás de lo que hablo, probablemente hasta sonrías al leerme, cuestión por la que tienes que empezar.
Todos sabemos que debemos hacer ejercicio y mejor si es de fuerza, porque después de los 30 años las fibras rápidas comienzan a alentarse y no se producen en el mismo monto que antes, lo que hace que el tono muscular (la firmeza del músculo) comience a verse caído, por lo que pasando los 47, a la que le va bien empieza a usar mangas ¼ y ¾, a la que no tanto; puedes hacer ejercicio y de cualquier manera el “salero” delata la edad (cuando le pones sal a la comida y el tríceps parece lagartija anciana), y lo mismo sucede en el cuello, o peor tantito, después de los 50 al amanecer se ve una pequeña raya entre los pectorales, sobre todo si son mujeres, si son hombres, esto sucede mucho después debido a las famosísimas testosteronas; es hasta entonces cuando la personas empiezan a reaccionar.
Hacer ejercicio siempre nos mantendrá con una mejor edad fisiológica y movernos también, pero lo que más nos lleva a un real antienvejecimiento son las emociones; ¿han visto a una cincuentona enamorada? Se ve mejor que una quinceañera, o a un sesentón vuelto loco por una mujer, eso también sucede, tal vez no tengas de quién enamorarte, pero si lo puedes hacer hoy mismo, eso sí que le da una vuelta de cabeza a lo que hoy por hoy te sucede, sin importar tu edad.
Cuanto más crecemos, más creemos que debemos de ser fríos, calculadores, responsables, divertirnos poco y pasarla muy serios porque así nos educan y así educamos, sin embargo, al estudiar historia entiendo también que el ser humano se tarda generaciones, a veces hasta milenios para que haya cambios graduales de creencias, usos y costumbres. Si sabemos que somos L E N T I T O S para aprender, pues empecemos por reconocerlo y comencemos a actuar como lo hacíamos de niños; a sorprendernos, a ser más intuitivos, dejarnos llevar por las emociones, carcajearnos, a gozar de cada segundo, a gritar de alegría o de enojo y a expresarnos, eso creo que es lo que hoy a mis casi 51 años me mantiene no solamente viva, sino brincando de emoción cada día.
El saber que tengo la fortuna de abrazar a mis seres queridos, a quienes están lejos les puedo decir cuánto los amo desde el teléfono y a los que ya no están, lo traigo en mi corazón y en el celular para ver sus videos, fotos y memorias en el instante que lo deseo.
Entonces eres tú quien te mantienes joven; tus pensamientos, tu actitud, tu forma de expresarte y vivir, y si no lo has hecho, inténtalo, hoy conviértete en niño, represéntate y exprésate como tal, te invito a disfrutar para sacar lo mejor de ti, te aseguro ahí está, sólo desempólvalo un poquito, y ¡a gozar se ha dicho! Si lees un poco sobre Peter Pan, él sabe muy bien a qué me refiero, ya que decidió no crecer y sigue viendo la vida como un pequeño.